ARTE Y POLITICA

El arte y la política son ejercicios de  comunicación, ambos están vinculados desde siempre, tienen una estrecha relación, se necesitan, la política necesita de la expresión artística  que acompañe el discurso, a su vez el arte se vale de la política para sensibilizar a la sociedad ,por más intentos de desvincularlos son formas de comunicación que se basan en la representación  de la realidad del momento.

En las últimas décadas el ARTE y la POLITICA  se han acercado aún más, hemos podido ver  al arte enfatizar la participación social para avanzar hacia procesos democráticos radicales y constatamos su poder en el propiciar cambios dado a su efectiva función social, crea sujetos capaces de procurarse su autonomía o sea emancipa ,desencadena micropoliticas tan fundamentales para la resolución de conflictos internos  en un territorio, ámbito, etc. realizando una mediación flexible crea espacios de dialogo que salvan relaciones y recupera lo irrecuperable a través de  la transformación, con la creatividad como vehículo que activa un mecanismo que aplicado en política nos permite comprender la realidad en la diversidad de aspectos, el lenguaje y la intención de comunicar de las personas y por ende nos impulsa a continuar avanzando en la convicción de que otro mundo es posible, podemos imaginar que este arte aplicado, podría generar una REVOLUCIÓN MOLECULAR, como la que nos enseña Guattari en su libro, que desmonta la lógica del dominio que gobierna todas las esferas vitales, y nos insta a no esperar ,a no temer, a buscar nuevas armas haciendo uso de la máxima creatividad desde lo molar a lo molecular para reorganizarnos en nuevos proyectos, no estando prisioneros de un estado de cosas, en una sociedad dada, en un estado tecnológico dado.

El arte al igual que la política puede engendrar un paradigma que puede funcionar como una útil puerta de entrada para investigar la estética de la existencia, y hay posibilidad de que el arte nos pueda capacitar para sobrepasar antagonismos como los que enfrentan a la oralidad y a la escritura. Desde aquí es posible componer y acrecentar un nuevo mundo, en el cual nuevas formas y modalidades de ser pueden florecer a través de las producciones de subjetividad generando nuevas configuraciones de la experiencia sensorial.

Esperemos que en este mundo siga habiendo espacio para la representación creativa de la realidad para recuperar la libertad en los momentos más cruciales del presente de la humanidad.