“En los viajes la cultura se nos brinda de una manera fácil y natural, pero hay un fenómeno que tenemos la obligación de difundir que es sencillamente enseñar a VER ya que el hombre tiene una infinita capacidad de adaptación y de información, para que pueda sentir el enorme gozo del análisis en la totalidad de las cosas y no pasarse la vida mirando sin enterarse por no saber ver”. El viaje, por tanto, no puede ser un acto pasivo sino que requiere de un compromiso por parte del espectador, que se convierte así casi en un analista. Él mismo afirma, como podemos apreciar, que en ese análisis reside precisamente el goce estético, o si se quiere, el placer estético. “Alcanzar la meta de la utopía es conseguir lo imposible. La utopía puede ser una realidad cuando el alma se manifiesta volcándose con entusiasmo de salto-record para conseguir esa singularidad de la creación”. U-topos, es decir, no lugar. No se puede crear en un no lugar, eso es obvio, pero sí se puede aspirar a...